La cara de la Luna siempre es la misma y ahora sabemos por qué
Otros temas ► Y capítulos del libro Por qué brillan las estrellas
Más secciones apasionantes ► Sobre física y ciencia
Extracto de mi libro © «Por qué brillan las estrellas»
9/11/2025 ― La ciencia afirma que la Luna nos muestra siempre la misma cara porque está lo que se llama acoplada por marea a la Tierra. Eso significa que su tiempo de rotación sobre sí misma y su tiempo de traslación alrededor de nuestro planeta son exactamente iguales: unos 27 días. Vamos, que cada vez que da una vuelta a la Tierra, también da una vuelta sobre sí misma.
La ciencia explica por qué la Luna muestra siempre la misma cara
Esto no pasó por casualidad. Al principio, la Luna giraba más rápido, pero la fuerza de la gravedad de la Tierra fue «frenando» su rotación, hasta que ambas quedaron sincronizadas. Es como si la Tierra la hubiera «atado» suavemente para que solo nos muestre una cara.
Por eso, desde la Tierra siempre vemos la misma mitad, con sus mares y cráteres tan familiares, mientras que la otra cara ―la famosa «cara oculta»― quedó escondida, aunque hoy gracias a sondas y satélites ya la conocemos también.
Así lo explica la ciencia oficial, pero como verás a continuación, la ciencia se equivoca totalmente.
Nueva teoría que explica por qué la Luna nos muestra la misma cara
Esta teoría la publiqué en mi libro de física cuántica Por qué brillan las estrellas. Aunque el ensayo gira en torno a los campos magnéticos del átomo, incluye una tercera parte que llamo «donde se me va la olla». Esa sección me da licencia para divagar y contar ideas más libres, sin ataduras. Y precisamente ahí aparece este capítulo, en el que explico y razono por qué la Luna nos muestra siempre la misma cara.
Si te gusta, el libro lo puedes ojear y comprar en ► Amazon Por qué brillan las estrellas
Esta es la página con toda ► la información del ensayo de física cuántica
Ahora te dejo el capitulo completo de mi libro titulado «La cara de la Luna»
La cara de la Luna siempre la misma
¿Qué es lo que tiene la Luna que ha fascinado tanto a las diversas civilizaciones a lo largo de la historia? En algunas culturas ha sido una deidad; para ciertos escritores, una musa, y a muchos músicos les ha proporcionado una fuente de inspiración. Recuerda a Beethoven y Debussy con sus «Claro de Luna».
¡Ah!, perdona que me cite, y en mi caso ha dado luz a la portada.
No obstante, la cara oculta de la Luna es la parte más intrigante en la actualidad. Supongo que también es tu caso. En cambio, la cara visible de nuestro satélite es para mí el lado más enigmático y desconcertante.
Parece que ir a contracorriente es mi modus vivendi, una praxis que, en momentos de autocrítica me desconcierta. Pero me vengo arriba cuando recuerdo que los peces que nadan a contracorriente, son los únicos que tienes certeza de que están vivos.
Por ello, no me voy a cortar un pelo y te seguiré contando por qué me parece tan espectacular la cara visible de la Luna. Nuestro satélite nos muestra la misma cara desde que se estabilizó en la órbita terrestre. Es posible que para los románticos pueda tener una interpretación más sencilla: la Luna nos muestra su mejor cara. Pero en ciencia, eso no cuela.
Te recuerdo la explicación que nos ofrece la ciencia en este aspecto: la Luna posee rotación, y el tiempo que emplea en dar una vuelta sobre su propio eje es el mismo que tarda en completar una órbita alrededor de nuestro planeta. Ese es precisamente el motivo por el que la Luna nos muestra siempre la misma cara, un fenómeno conocido como rotación sincrónica.
Es evidente que esta interpretación no me convence, de lo contrario no estarías leyendo este capítulo. En la naturaleza nada es perenne y en el universo todo es cíclico, salvo que una fuerza exterior lo condicione. Por ello, la Luna no puede tener una perfecta rotación síncrona a lo largo de millones de años.
Entonces, ¿por qué nuestro satélite nos muestra siempre la misma cara? La explicación es bastante sencilla. Te voy a proponer un ejemplo que te facilitará la comprensión de mi exposición. Existen millones de asteroides girando alrededor del Sol. Estas rocas no son uniformes, por lo tanto, si disponen de un lado más grande y pesado, siempre está situado de cara al Sol debido al efecto de la gravedad.
Imagino que ya estás vislumbrando mi propuesta. Efectivamente, la Luna no es redonda. Exagerando su estructura, te diré que es exactamente como un huevo. De ser cierta mi exposición, la ciencia la llamará la «Teoría del Huevo». Lo sé, parece cachondeo, pero no se me ha ocurrido ningún símil más clarificador.
Seguro que en alguna ocasión has visto un huevo hervido seccionado longitudinalmente. Habrás observado que la yema no se encuentra situada justo en el centro del huevo, sino que está desplazada hacia un extremo. Precisamente así es la estructura de la Luna. Es evidente que no tiene una forma oval tan exagerada, pero la yema, en este caso el núcleo de la Luna, sí que se encuentra desplazado hacia la cara visible que nos muestra.
Ten en cuenta que en el centro de todos los astros se concentran los elementos más pesados, por lo tanto, cuando el núcleo de la Luna se fue formando, se posicionó descentrado debido a la gravedad terrestre.
Posiblemente con mi hipótesis he roto los sueños de los románticos y las neuronas de los estirados, pero creo que es una explicación, cuanto menos, muy racional. ― Juan Vicente Santacreu
Capitulo «La cara de la Luna» del libro Por qué brillan las estrellas: física cuántica para todos
Otros apartados ► Tecnología, astronomía y ciencia
Te propongo este artículo:
El primer Time Slip de la historia grabado en video ― Las circunstancias casuales quisieron que se pudiera grabar y hacer fotos de un deslizamiento temporal o agujero de gusano por primera vez. Aunque existen muchos casos, nunca se ha podido aportar pruebas concluyentes hasta hoy en día.
2211 - Por lo tanto, la colaboración internacional y la difusión del conocimiento científico son esenciales para enfrentar los problemas globales de manera colectiva.
♦ Algunos datos curiosos ►
Los asteroides, al igual que la Luna con la Tierra, también tienen comportamientos curiosos respecto al Sol. Muchos de ellos parecen mostrar siempre la misma cara tanto cuando se acercan como cuando se alejan en su órbita. Una de las explicaciones está en la distribución no homogénea de la masa debido a las fuerzas gravitatorias y a un fenómeno llamado efecto YORP. Este efecto se produce porque la radiación solar no solo ilumina y calienta al asteroide, sino que también ejerce una ligera presión sobre él. Con los millones de años, esa presión va modificando su giro hasta que queda estabilizado en una orientación concreta.
De esta forma, algunos asteroides terminan girando de manera que su cara más estable y pesada quede siempre mirando al Sol. No es magia, es pura física: luz, calor y gravedad trabajando juntos. Eso sí, no ocurre con todos los asteroides, pero los que lo muestran nos recuerdan que incluso las rocas perdidas del espacio buscan cierto equilibrio.
